El retrato siempre fue un género practicado por la mayoría de los pintores durante su carrera impregnando a estas composiciones de un aire personal, que a veces distaba de lo que pretendía el retratado. Será en el Renacimiento cuando se fijen los modelos de representación ,siendo el culmen de lo que se venía haciendo en la corte de los Reyes Católicos a través de pintores como Juan de Flandes o Michell Sittow. Un género que nos habla de esa dicotomía entre decoro e imitatio, a veces se representaba al personaje sacrificando sus rasgos no tan bellos en pos de una nueva estética basada en la belleza ideal, por ejemplo dulcificando sus facciones. Para tal astucia se recurrió a la sempiterna dissimulatio, recurso usado por oradores antiguos como Quintiliano, que no era otra cosa que disimular los rasgos del personaje representado.
El Museo del Prado ha organizado la exposición "El Retrato del Renacimiento" que comisariada por Miguel Falomir, nos introduce en esta faceta del arte a través de un recorrido por los pintores más deslumbrantes de esta época, la de los inicios de democratización del retrato. Las obras expuestas son de diversa índole y cada una de ellas despierta una sensación diferente al que las contempla:la minuciosa técnica del flamenco Van Eyck, el realismo de las figuras de Rafael, la sensualidad y lirismo que evoca el joven que nos presenta Giorgione,la inquietud y nerviosismo ante un doble retrato del manierista Pontormo, el colorido veneciano de Lorenzo Lotto, el sosiego ante el retrato de perfil de Piero della Francesca, las anatomias de Bronzino, la españolidad del Greco, la importancia de las armaduras en los Austrias españoles tanto a nivel pictórico como escultórico, los famosos retratos de Carlos V enfrentados (el de Seisseneger pintado en 1532, creador del modelo, y el conocido de Tiziano de 1533, que será el que lo difunda), el retrato de corte siguiendo las Etiquetas de Palacio impuestas por los Austrias a través de figuras como Antonio Moro, Sanchez Coello, Pantoja de la Cruz, el intimismo y la calidez de las pieles de Rubens..y así un sin fin de sensaciones que les invito logicatorcistas vayan a comprobar hasta el 7 de septiembre.
Porque tal como dijo nuestro profesor Delfín Rodriguez refiriéndose a una muestra del arquitecto inglés John Soane: "el hecho de no verla, creará una sensación de ausencia que muchos no podrán colmar" .
1 comentario:
que dicotomia, falomir?, falomir juegos, no?.
Delfin tambien dijo una vez, "nos vemos mañana por la mañana a las 8.00h"...y no aparecio
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