"El día 1 de septiembre 1730, entre las nueve y las diez de la noche, la tierra se abrió en Timanfaya, a dos leguas de Yaiza...y una enorme montaña se levantó del seno de la tierra".
Así aparece descrito históricamente por el que era párroco de Yaiza por entonces, Lorenzo Curbelo. A partir de ese día las erupciones volcánicas se sucedieron continuamente en la isla sumiendo a sus habitantes a vivir de manera infernal durante los 6 años siguientes bajo una densa nube de ceniza que no dejaba pasar la luz del sol y constantes temblores de tierra que sacudían el ánimo de los conejeros.
Aquel hecho transformó la fisonomía de la isla. Las coladas de lava vomitadas por los volcanes se desplazaban en todas direcciones hasta enfrentarse con el mar, que al contacto enfría y solidifica el magma expulsado aumentándose considerablemente el tamaño de la isla. Por este motivo una cuarta parte de la isla está cubierta por rofe (lapilli), lava A-A (más irregular) y lava de pies descalzos (de superficie más lisa). Las pequeñas partículas de rofe cubren a modo de manto grandes extensiones de campo que los agricultores han aprovechado para sacar un mayor rendimiento a sus cultivos pues almacena muy bien la humedad del rocio, fundamental en una isla de escasas precipitaciones.
Los lugareños parecen resguardarse del fuerte viento en sus pequeñas casitas blancas de dos alturas planteando al visitante la duda de si aquellos pueblos están o no abandonados. No hay publicidad, tan solo en tres puntos turísticos de la periferia. Sus costas están azarosamente salpicadas de íntimas calas y agitados acantilados donde mar y tierra se funden en ruidosos abrazos. La fuerza del agua ha ido desgastando con su empuje la roca basáltica en la zona de Los Hervideros, ofreciéndonos un sublime paraje que llega a estremecer al más insustancial espíritu.
La potencia de los elementos no solo se nos revela aquí. El Parque Nacional de Timanfaya es, en sí mismo, la Naturaleza en estado puro. Las erupciones supusieron el fin de la vida anterior, pero también el comienzo de una nueva, el año cero de la Tierra. Casi tres siglos después de la catástrofe los líquenes comienzan a colonizar este desierto de lava, se convertirán en los catalizadores del proceso de la evolución natural, como si al origen nos hubiéramos remontado. La vida animal apenas se manifiesta por reptiles (lagarto de Haría) y aves depredadoras que sirven para controlar la superpoblación de conejos.
Una virtud reina por encima de todas: el silencio. Todo está en calma, la mirada se habitúa a ella y serena el alma. La quietud del interior parece responder el bramido de las cercanas olas. La introspección te apodera y eres consciente de la belleza que te rodea cuando admiras la inmensidad del océano desde lo alto de una montaña mientras eres zarandeado por caprichosas ráfagas de viento.
La luz del sol no es deslumbrante. Es tenue, nítida, penetrable. Invade los cuerpos, enmarca el espacio que ocupan. El reposo es continuo, la mano del Hombre ha sido benévola con su medio y nos seduce con contrastes delicados y elegantes: piedra volcánica y muros blancos. La licencia permitida es la decoración en azul, verde o beige de las ventanas y puertas de los hogares. La homogeneidad es abslotuda.
En Lanzarote uno se siente cercano a la Naturaleza, en contacto con ella.
3 comentarios:
¿¿Alguna vez podré publicar algo sin que quede mal presentado??
La verdad es que un urbanita como yo no podría soportar mucho tiempo tanta calma(necesitaría mi dosis de bombardeo informativo diaria), pero creo que me vendría bien una semanita por aquellos lares. El contacto con la naturaleza nos hace percatarnos de lo ínfimos que somos con respecto a sus manifestaciones a las que debemos respetar y en algunos casos hasta temer, lo que nos debería dar una pequeña lección de humildad.
PD. Si salen las letras y las fotos es que está bien publicado, lo demás son cosas de tiquismiquis.
Pues yo para toda la vida supongo que tampoco, pero una buena temporada allí tiene que ser toda una experiencia. La foto que has puesto podría ser casi Marte.
P.D. Mañana tuneamos el formato si quieres.
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