24/3/08

EL ÁNGEL DE TUDELA.

Si hay una época del año en que la religiosidad sale a la calle en su estado más puro, a veces visceral, ésta es la Semana Santa. Cientos de cofradías engalanan sus "pasos" y los muestran al pueblo en procesiones a las que acuden personas de todas las edades, atraídas por el repicar de los tambores, que marcan el ritmo de los cofrades en un paseo fúnebre que, en muchas ocasiones, hiela el alma de los espectadores.

Pero no es de las procesiones de lo que quiero hablar. A lo largo y ancho de la península se extienden ceremonias con cientos de años de tradición; uno de ellos es El Ángel, y se celebra en mi pueblo, Tudela.


Esta ceremonia data de 1663 y, salvo en contadas ocasiones (Guerras Civiles, inclemencias del tiempo), se ha venido celebrando regularmente todos los Domingos de Resurrección. La celebración empieza a eso de las 9 de la mañana, cuando la Virgen del Ángel, con un velo negro cubriéndole la cara, sale de la Catedral de Tudela acompañada por una procesión de fieles y personalidades de la Iglesia, que llegan a la Plaza Nueva a eso de las 9'10.

Es en ese momento cuando se abre una gran portada, dispuesta para la ocasión en el segundo piso de la "Casa de Reloj", y aparece un niño (este año, por primera vez, una niña), caracterizado como el arcángel San Gabriel, moviendo brazos y piernas y enganchado por la espalda a una gran maroma que atraviesa toda la plaza.

El recinto contiene entre sus cuatro lados los vítores de la muchedumbre, silenciados de forma fulminante en el momento en que el niño ángel se para frente a la Virgen y le dice... "Alégrate, María, que tu hijo... ¡Ha resucitado!

Entonces, en una difícil maniobra, el ángel quita con la boca el velo negro a la Virgen, mientras en toda la plaza empieza a sonar el "Aleluya" de Haendel. Es muy apreciado entre los tudelanos que el niño consiga quitar el velo con la boca a la primera, sin tener que ayudarse de las manos.

El acto termina cuando, entre gritos, aplausos y aleluyas, el ángel se retira mientras desde los balcones se sueltan palomas para celebrar la resurrección de Cristo.

Cuelgo el vídeo del Ángel de este año, aunque por desgracia no se ve muy bien...




4 comentarios:

Alsonfo dijo...

Lo vi en las noticias pero no sabía que era en Tudela!! La verdad, es una hermosa y sana tradición. La Resurrección es un día especial...

Alex dijo...

Me encanta ver las variaciones localistas que sufren ciertas tradiciones, como este ejemplo, tan distante en su alegría de lo rancio de otros lugares...
A ver si nos acercamos a Tudela un par de días!

Fer dijo...

En Florencia en el siglo XV ya había manifestaciones artísticas parcidas, como las que se desarrollaban en San Felice in Piazza o las que se hicieron en la iglesia de San Marco con motivo del Concilio de la Unión en 1439. De hecho se cree que Brunelleschi fue responsable de alguna manera de los mecanismos que se empleaban.

velarde dijo...

Que agradable es la semana santa de otras comarcas, evocándonos pasajes del antiguo testamento en alguno de los pasos o tradiciones que se alejan de lo pagano como en este caso. Nada que ver con lo que procesiona en la Villa y Corte, figuras muchas de ellas inventadas con afán de atraer a turistas..ahora entiendo porqué surgió el brote iconoclasta!!