31/1/08

Ánimos!

Bueno (o buenas, por ser más reaccionario), creo que he completado correctamente los pasos para llegar hasta aquí. De manera que si esto que estoy escribiendo puede llegar a leerse me doy con un canto en los dientes, y lo celebraré íntimamente. Como bien sabéis soy bastante torpe con esto de los blogs y de acceder a lugares donde te piden pink, punk, usuario, contraseña, señuelo, clave, loggins y demás términos extraños.

Apoyo la creación de este espacio. Como bien reza el dicho: a falta de revistas buenos son blogs, no? Pues eso, que a ver si lo seguimos con regularidad. He de decir que no soy muy dado a escribir sobre estos soportes pero también es cierto que, medio obligándonos a escribir aquí, podríamos estimular la oratoria y la declamación que en potencia llevamos dentro.

Espero que tratemos temas interesantes. Cada uno el que crea oportuno, pero con cierto rigor. ¡Hay que ser exigentes!

Desde la humildad y la buena voluntad de poder contribuir a ello, me despido en esta mi primera participación en la recién creada Loggia Catorce, cuyos miembros estimo y admiro.

Abrazos

4 comentarios:

Javier dijo...

Bien, Alfonso!!! Grata sorpresa la de tu aparición por estos lares!! Bueno, ya vamos siendo unos pocos. Espero que esto siga adelante. Un abrazo a todos.

Alex dijo...

jejejejejejeje. Darte a ti un teclado es como darle a un mono una cuchilla de afeitar... peligro!
Aprovecho para saludar a los presuntos contertulios de este pequeño rincón de friqueces. La que os voy a dar con mi obispo!

Fer dijo...

Jajajajaja!!

Bien... Bien por todos, pardiez...

Velarde, manifiéstate!!

velarde dijo...

Curiosa paradoja la de atravesar el mundo de las contraseñas para acceder a la tan ansiada logia, de tinte masónico. Recuerda, no obstante, a las visicitudes que tuvo que pasar Orfeo para recoger a su amada Euridice, reflejadas por Monteverdi, estrenada en Mantova,o más adelante Gluck. En cualquier momento uno puede equivocarse parangoneándonos con el brusco giro de cabeza de Orfeo, que no pudo resistirse a la belleza de su musa. La mitología cuenta con unos pasajes inolvidables que habría que revisar en esta nueva andadura que hemos emprendido. Cambiando de argumento, hoy marcho a Soria, a encontrarme con el románico que tanto anhelamos. Fachadas ocres cuando cae la noche que hablan, capiteles historiados que narran las escaramuzas de antiguos pobladores o interiores evocadores de una época donde las cruzadas estaban a la orden del dia y la imperante religiosidad era el consuelo de honestos y valientes.Espero revivir la leyenda de Becquer "El Rayo de Luna", desarrollada en tal mágico emplazamiento y pasear por la ruta a orillas del Duero donde Machado llevaba a su amada Leonor, enferma de tuberculosis,mal romántico por excelencia del que fue sabedor Verdi.