El Museo del Prado ha organizado la exposición "El Retrato del Renacimiento" que comisariada por Miguel Falomir, nos introduce en esta faceta del arte a través de un recorrido por los pintores más deslumbrantes de esta época, la de los inicios de democratización del retrato. Las obras expuestas son de diversa índole y cada una de ellas despierta una sensación diferente al que las contempla:la minuciosa técnica del flamenco Van Eyck, el realismo de las figuras de Rafael, la sensualidad y lirismo que evoca el joven que nos presenta Giorgione,la inquietud y nerviosismo ante un doble retrato del manierista Pontormo, el colorido veneciano de Lorenzo Lotto, el sosiego ante el retrato de perfil de Piero della Francesca, las anatomias de Bronzino, la españolidad del Greco, la importancia de las armaduras en los Austrias españoles tanto a nivel pictórico como escultórico, los famosos retratos de Carlos V enfrentados (el de Seisseneger pintado en 1532, creador del modelo, y el conocido de Tiziano de 1533, que será el que lo difunda), el retrato de corte siguiendo las Etiquetas de Palacio impuestas por los Austrias a través de figuras como Antonio Moro, Sanchez Coello, Pantoja de la Cruz, el intimismo y la calidez de las pieles de Rubens..y así un sin fin de sensaciones que les invito logicatorcistas vayan a comprobar hasta el 7 de septiembre.
22/7/08
El Retrato del Renacimiento
El Museo del Prado ha organizado la exposición "El Retrato del Renacimiento" que comisariada por Miguel Falomir, nos introduce en esta faceta del arte a través de un recorrido por los pintores más deslumbrantes de esta época, la de los inicios de democratización del retrato. Las obras expuestas son de diversa índole y cada una de ellas despierta una sensación diferente al que las contempla:la minuciosa técnica del flamenco Van Eyck, el realismo de las figuras de Rafael, la sensualidad y lirismo que evoca el joven que nos presenta Giorgione,la inquietud y nerviosismo ante un doble retrato del manierista Pontormo, el colorido veneciano de Lorenzo Lotto, el sosiego ante el retrato de perfil de Piero della Francesca, las anatomias de Bronzino, la españolidad del Greco, la importancia de las armaduras en los Austrias españoles tanto a nivel pictórico como escultórico, los famosos retratos de Carlos V enfrentados (el de Seisseneger pintado en 1532, creador del modelo, y el conocido de Tiziano de 1533, que será el que lo difunda), el retrato de corte siguiendo las Etiquetas de Palacio impuestas por los Austrias a través de figuras como Antonio Moro, Sanchez Coello, Pantoja de la Cruz, el intimismo y la calidez de las pieles de Rubens..y así un sin fin de sensaciones que les invito logicatorcistas vayan a comprobar hasta el 7 de septiembre.
19/7/08
EL GATOPARDO.
Tras el Congreso de Viena, la península italiana quedó dividida en diferentes estados:
- Reino de Cerdeña - Piamonte: al Norte, dirigido por los Saboya.
- Estados Pontificios: en el centro, dominios papales.
- Reino de las Dos Sicilias: al sur, dirigidos por una rama de los Borbones.
A partir de las revoluciones "románticas" de 1820, 1830 y 1848, en Italia empezaron a surgir las primeras teorías de construcción de un Estado liberal unitario, destacando las de Giuseppe Mazzini.
Pocos años más tarde, comenzó el proceso de unificación que se realizó en varias fases, entre 1859 y 1860, gracias a las personalidades de Victor Manuel II y su primer ministro, el Conde de Cavour, gobernantes del Reino de Cerdeña- Piamonte. Utilizando al revolucionario Garibaldi y sus "mil camisas rojas" como brazo armado, consiguieron formar, en 1861, el reino de Italia bajo el poder de Victor Manuel II, de la casa de los Saboya.
No hay que olvidar, de todas formas, que este proceso no se vio completo hasta que, tras la anexión del Véneto en 1866, se concluyó la "conquista" del reino de Roma, en 1870, con la entrada de las tropas de Víctor Manuel II en la ciudad, hasta entonces perteneciente a los Estados Pontificios.
Este momento crucial de la Historia de Italia servirá de trasfondo histórico a El Gatopardo, única novela escrita por Giuseppe Tomasi, príncipe de Lampedusa.
El relato nos lleva a la isla de Sicilia, más concretamente al los palacios de Salina y Donnafugata, regentado por el cabeza de Familia, y auténtico protagonista, Fabrizio Salina, "il gattopardo". ¿Cómo vivía la nobleza siciliana en el año 1861, con el desembarco inminente de los camisas rojas garibaldinos en la isla? ¿Se vería desfavorecida la alta sociedad, tradicionalmente favorable a la familia borbónica?
Éstas preguntas, que podrían parecer más que suficientes para hilar un buen relato, no son más que una mínima parte de las situaciones a las que tiene que hacer frente el enorme y rubicundo Fabrizio, un personaje maravillosamente construido, que a pesar de su inflexible apariencia y su facilidad para montar en cólera, acepta los cambios inminentes que se están produciendo a su alrededor (políticos, familiares, económicos...) con una sensatez y una amplitud de miras mayor que la de sus "colegas" de la nobleza, a los que tiene en la más baja consideración, por no haber hecho nada por adaptarse a los cambios. Puede que esa "amplitud de miras" viniera favorecida por la afición a la astronomía y las matemáticas del conde...
Al autor le queda tiempo, en lo relativamente breve del libro, de tratar casi todas las fases por las que pasa el amor: desde la ceguera inicial, sin tener en cuenta a quién se hace daño, hasta el matrimonio por interés, la infidelidad, los celos, el desinterés más absoluto o el simple cariño. Tancredi, sobrino del Gatopardo, y sus amores con la problemática Angélica, jugarán un papel muy importante en el desarrollo de este punto.
Tampoco puedo terminar este post sin invitaros a que echeis un vistazo a las interesantes reflexiones que hace Lampedusa, en boca de Fabrizio, sobre el paso del tiempo, desde el punto de vista de un hombre adulto ya en el umbral de la vejez: Impresionante el capítulo VI, Uno de los mejores pasajes que he leido en mucho tiempo.
Italia, Historia, amor, odio, el paso del tiempo, riqueza y poder, perfectamente engranados en un texto que se lee con facilidad. ¿Qué mas se le puede pedir a una buena novela?
Yo he utilizado la edición de Cátedra. Lamentablemente, no puedo decir que sea una gran edición, como tiene por costumbre la editorial, porque si bien la traducción parece correcta, de vez en cuando hay ciertos errores de puntuación que, si no se está atento, pueden cambiar el sentido de algunas frases. Ah, y el estudio introductorio no está tan a la altura como cabría esperar.
14/7/08
EL TORMENTO Y EL ÉXTASIS
Los avatares de la historia hicieron que el propio Julio II pospusiera sus deseos de ver terminado el sepulcro en favor de otra magna obra: Pintar los techos de la Capilla Sixtina.
Dicen las malas lenguas que este encargo fue adjudicado a Miguel Angel por consejo de Bramante, arquitecto personal de Julio II, empeñado en desprestigiar a toda costa al joven artista, que ya había demostrado su talento en obras como la Piedad Vaticana, y empezaba a constituir una amenaza.
Miguel Angel, que nunca se consideró otra cosa que escultor, acometió este encargo a regañadientes. Emprendió la obra en cuatro años, entre 1508 y 1512, justo a tiempo para que Julio II pudiera disfrutar del placer de verla terminada, tras tantos desencuentros con el Buonarrotti.
EL TORMENTO Y EL ÉXTASIS es una película basada en la novela de Irving Stone del mismo nombre. En ella, se nos muestra la relación entre un Julio II muy distinto del retrato de Rafael, y un Miguel Ángel interpretado por Charlton Heston, bastante bien caracterizado.
8/7/08
Purgatorio XI, 94-96
tener lo campo, e ora ha Giotto il grido
sì che la fama di colui è scura.
Dante y Giotto sólo pueden pertenecer a eso que llamamos renacimiento, que en última instancia no es otra cosa que la exaltación vitalista, natural, civil y positiva del hombre. No hay más que pasear por la Cappella Scrovegni o por el Infierno dantesco para sobrecogernos con los duros golpes de realidad que se nos presentan: todas y cada una de las figuras que allí vemos son un ser humano completo, entero; no hay apenas un pecador de Dante del que no nos apiademos ni rostro giottesco que no nos conmueva o nos interrogue sobre su existencia o la nuestra propia. Su universo está formado por hombres, que aun con todos sus lastres y sus deficiencias, son el medio elegido por la Naturaleza para conocerse a sí misma. Y tan alto honor debe ser celebrado.