26/9/08

Renacimiento en plata: Francisco Becerril


En la mayoría de los debates artísticos se tiende a infravalorar las manifestaciones artísticas que se alejen de la pintura, escultura o arquitectura, quedando relegadas a un segundo plano disciplinas como la tapicería, platería o la vidriería.
Esta discriminación doctrinal, razonable en ocasiones, resulta en cambio tremendamente injusta cuando hablamos de una figura artística tan relevante como el platero Francisco Becerril.
Hasta su aparición, la platería española de principios del siglo XVI se movía aún dentro del más puro estilo gótico alemán; se llenan cálices, custodias y vinageras de estructuras estrelladas, chapiteles, pináculos y arcos apuntados como producto de la sublimación de la arquitectura "oficial" de la monarquía española.
En 1524, Becerril es contratado como maestro platero de la Catedral de Cuenca, lo que, unido al mecenazgo que lleva a cabo el obispo Ramírez, quien se propuso enriquecer y ennoblecer el culto diocesano, le llevará a tomar parte en los encargos más importantes que se dieron en la diócesis de Cuenca desde dicho año hasta su muerte.
La importancia de su obra reside en la introducción en el género de la plata, tan importante para una iglesia pre-reformista, de los preceptos arquitectónicos, decorativos y escultóricos renacentistas. Introduce un cambio de estilo y unos modelos tan novedosos que el "estilo Becerril" se prolongará hasta los primeros años del siglo XVII. Sus custodias turriformes se llenan de relieves, pilastras, grutescos y balaustres que nos hablan de una fuerte influencia del manierismo romano, y las figuras que modela irradian tal potencia y fuerza que se dirían elaboradas por el mismo Alonso Berruguete. Crea asimismo nuevas tipologías en sus cálices y viriles, que copa de tondos, bustos y pequeñas bestias imaginarias llenas del gusto lúdico que se extendía por Europa.
Por otro lado destaca el platero por la elaboración de nuevas técnicas en el tratamiento del metal que se extenderán por toda Castilla como es el caso del torneado de la plata, que enseñaría al "Vandalino", y que éste último extendería por Andalucía.
Ahora quizás la platería sea considerada un arte menor, pero nos consta que durante la misma época, en Italia, era el aclamado Cellini quien estudiaba novedosas técnicas de orfebrería para aplicarlas a sus minuciosas esculturas, lo que serviría para que durante el siglo XVI la escultura en metal alcanzase cotas muy altas en lo que a su detallismo se refiere.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Os ha costado publicar pero ha merecido la pena...grande Alex!
El obispo Ramírez...ese hombre!
Besotes, Chao

AliciA dijo...

Ya era hora de que volviera este blog, menudas vacaciones que os habéis pegao!

Anónimo dijo...

Oye miraaaaaaa......
ESCRIBID ALGO YA!!!!!!!!!!
Me tenéis frita, en serio, Algaba: sé lo que haces, y te da tiempo...y lo sabes!!
Alex, venga!!!!!
Stopa,por favor!escribe algo, quicir, desde el divertimento veraniego no has escrito nada!!!
Alsonfo.No tengo palabras,VENGA!!!!
Luis, ahora es tu momento!
Besos a todos petardos!

Preste Juan dijo...

Esta entrada me ha ayudado mucho en la redacción de una propia sobre una obra del los Becerriles, falsamente atribuida a Benbenutto Cellini, en la Catedral de Las Palmas.
Gracias.