6/6/08

LA MEZQUITA DE CÓRDOBA. una breve introducción.

Hay construcciones que dan entidad propia a una ciudad: Bilbao/museo Guggenheim; Santiago y su catedral; Granada/la Alhambra... y Córdoba, cuya imagen está indefectiblemente unida a los arcos de herradura rojiblancos.

La Mezquita de Córdoba es uno de los monumentos religiosos más importantes de toda la Historia del Arte Islámico y, junto con La Alhambra, la máxima representación de este arte en la península ibérica. Fue ideada por Abderramán I, el último heredero de la dinastía omeya, huido en última instancia de una cena donde toda su familia fue pasada a cuchillo por los abbasíes.

El edificio tiene un carácter plenamente islámico; eso, a la hora de hablar de Arte, implica que tiene muy pocas cosas propias de los árabes, y muchas heredadas y recuperadas de los lugares que va conquistando, como iremos viendo.

Como decía más arriba, el edificio primigenio fue ideado por Abderramán I allá por el año 784, con el objetivo de satisfacer las necesidades de la ciudad. No orientó la mezquita hacia La Meca, al SO, como era de esperar, sino hacia el SE... hacia Siria, lugar de donde provenía la dinastía omeya, en lo que parece un acto de rebeldía frente a la recién impuesta hegemonía abbasí, con capital en Irak. Centrándonos únicamente en el aspecto artístico, de esta primera construcción destacan los arcos de herradura, heredados de la tradición visigoda, pero reinterpretados de una manera muy característica: alternando dovelas rojas con blancas, cumpliendo una función no sólo estética, sino funcional, pues al parecer así se evitaba, por la propia naturaleza del material, que los arcos reventaran. Estos arcos se apoyaban sobre columnas recuperadas de edificios anteriores, ya fueran romanos o visigóticos. ¿Para qué tirar algo, si todavía se le puede buscar funcionalidad, no? El caso es que estas columnas tenían basa, algo que hace perfectamente reconocible la parte construida por Abderramán, ya que el resto de ampliaciones eliminarán la basa de las columnas.

Unos años más tarde, cerca de 833, será Abderramán II el que intervenga en la mezquita, añadiendo a las once naves del Haram (sala de oraciones) ocho tramos más y eliminando el antiguo muro de qibla (muro hacia donde se orientan las oraciones)


1.- alminar
2.- muro de qibla
3.- mihrab
4.- haram
5.- fuente para abluciones
6.- shan, o patio.


Muhammad I será el responsable de restaurar, en la primera mitad del siglo IX, la Puerta de San Esteban, original de la época de Abderramán I. La tipología de esta puerta quedará como canónica, y será fruto de copias y reinterpretaciones a lo largo de los años: arco de herradura peraltado, creando un espacio cegado de 3/4 de circunferencia, rodeado por dovelas intercaladas, con eje en la línea de imposta. El trasdós está moldurado y, lo más característico e innovador (aunque se dice que es derivado de la arquitectura romana), todo el arco está rodeado por un alfiz.

Quizá la ampliación más importante fuera la de Abderramán III, (945-961). En el momento en que se convertía en Califa proclamando el Califato Independiente de Córdoba, Abderramán ordenaba la construcción de un alminar, hoy tapado por la torre cristiana (construida por Carlos V en mitad de la mezquita, hay que ser cafre), pero que en su momento sirvió de modelo para todas las mezquitas de la época. También se centró en ampliar el shan (patio), al que dotó de pórticos.



Al Hakem II (961-971) amplió el haram y estableció el muro de qibla definitivo, el que ha llegado hasta hoy. El Mihrab fue decorado por profesionales del mosaico traidos del mismo Bizancio (famoso por sus mosaicos, como se puede comprobar en Rávena), con la característica escritura cúfica. La ampliación de Abderramán III se marcó con el lucernario, de evidente sentido decorativo, pero con una función clara: aportar luz a una mezquita que se estaba haciendo demasiado grande, y a la que no llegaba luz suficiente.

Estas fueron, muy resumidas, las intervenciones más importantes; nos quedaría hablar de la ampliación de Almanzor, que casi dobló la capacidad de la mezquita, aunque no aportó innovación alguna. Y bueno, tampoco podemos mirar hacia otro lado cuando nos toca atravesar un templo cristiano en mitad de la mezquita...

Aquí dejo un plano con las distintas intervenciones, por si os pica la curiosidad, y AQUÍ un artículo más extenso sobre las visicitudes arquitectónicas de este templo.







5 comentarios:

AliciA dijo...

¿Puede ser la reforma de Carlos V un intento de reciclaje...?
La historia del reciclaje es antigua, parece!

Anónimo dijo...

Ya te he posteado en tu blog pero lo vuelvo a hacer aquí, para que veáis que os leo:)
Me ha gustado este acercamiento a la mezquita, te ha faltado tu magnífica frase de los apuntes de clase,"...y se comió a Hixam con patatas..."
Era algo así, verdad?
Un besote para todos y seguid escribiendo que me encanta mantener los conocimientos frescos y la mente abierta.
Besotes!
Frescuer

Anónimo dijo...

POR FAVOR PODRIA ACLARARME SI EL TERMINO CORRECTO ES "QUIBLA" O POR EL CONTRARIO "QIBLA", COMO USTED HA ESCRITO.
yA QUE SI ESTUVIESE MAL ESCRITO ANTE UN TRIBUNAL NO SE PERDONARIA.
SALUDOS Y GRACIAS DE ANTE MANO POR SU ACLARACION.

Unknown dijo...

Querido anónimo (aunque me da a mí que de anónimo, poquito, jejeje). La palabra "qibla" es una transcripción directa del árabe, ya sabe usted, esa escritura que parecen lombrices intentando levantar la cabeza.

Por lo tanto, tanto la palabra qibla como Quibla, son correctas, al igual que es correcto decir "Mohamed" en lugar de "Muhammad", o "Alá" en lugar de "Allah".

Espero haber resuelto tu anónima duda.

velarde dijo...

SABIA QUE TARDE O TEMPRANO ACABARIAS HABLANDO DEL MUNDO ARÁBIGO PARA INTRODUCIRNOS DE ESTE MODO CON LO ACONTECIDO EN GRANADA, SIGLOS DESPUÉS,CON ESE GRAN CALIFA NAZARÍ YUSUF QUE TANTO TE HA MARCADO EN TU PEREGRINAR POR LA SENDA DE LA VIRTUD!!