En una apartada zona de la Casa de Campo, lindando al término municipal de Pozuelo de Alarcón (y a tan solo 5 minutos a pie de mi casa), se encuentra una de las obras más curiosas de cuantas el arquitecto siciliano Francesco Sabatini realizó para la remodelación de la Casa de Campo a instancias de Carlos III. Dicha reforma se debía centrar en el acondicionamiento del recinto con canalizaciones de riegos, una tapia con diversas puertas que evitase el acceso de extraños, fuentes, rejas, puentes en el arroyo Meaques, etc.
Está fechado en 1782, justo después de acabar sus trabajos para el Jardín Botánico. Se levanta sobre un pequeño estanque en el arroyo gracias a cuatro grandes arcos de ladrillo con tajamares en sus bases que sustentan los dos sinuosos pretiles de granito que dan un enorme aire barroco a la construcción, y sobre los que situó diez pináculos con forma de jarrones rematan la parte superior de la obra.
El objetivo principal de su construcción era levantar un puente estrecho que impidiera el acceso de carruajes, lo que consigue, aparte de estrechando su ancho, dando un trazado irregular a sus serpenteantes pretiles que dificultaría el paso de los carros.
En los alrededores de esta obra, situada en la zona más húmeda y fresca de la Casa de Campo, también podemos encontrar tramos originales de la tapia de Sabatini, una fuente de principios del s. XX y restos de trincheras de la Guerra Civil. Os invito a conocerlo.
26/6/08
El Puente de la Culebra
Etiquetas:
Álex,
Arquitectura,
Siglo XVIII
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3 comentarios:
Gracias Alex por ilustrarnos sobre "el otro Madrid", un puente muy dado a afrentas, escaramuzas y cortejos de majos embozados de época neoclásica...
Madre mía! Quien iba a decirlo!!
Pero esperaré hasta el otoño, porque lo que ahora cae del cielo durante todo el día en la casa de campo no es para dicho!!
Jajajajajajaj!! Grande Sabatini!! Este verano toca algún Catán allí cerca, eh...
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