10/4/08

HÉRCULES Y ESPAÑA


A finales del siglo XV y principios del XVI surge, tanto en España como en el resto de reinos europeos, un fuerte carácter nacionalista. Las motivaciones que llevan a cada estado a reivindicar su papel en la Historia y sus características diferenciadoras van desde las religiosas a las imperialistas pasando por las culturales o la resistencia al invasor. Para llevar a cabo sus proyectos de Estado, los dirigentes conciertan matrimonios, promueven acciones bélicas y sobre todo, encargan programas propagandísticos que justifiquen dichas acciones en busca de esa identidad nacional.Si nos fijamos en el caso concreto de España, no tardaremos en darnos cuenta de que la preparación de dicho programa surge de los motores culturales del momento: las universidades, siendo Salamanca, Alcalá y Valladolid los principales estudios donde se reúnen las principales luminarias del pensamiento humanista español. Así las cosas, con la toma de posesión de Carlos V de la corona imperial en 1520 se inicia un proceso de justificación del propósito de unificar Europa de nuevo como en los viejos tiempos del Imperio Romano con España como cabeza bien visible, es entonces cuando se comienza a buscar en las raíces de la historia española algún hecho que lo pruebe. Para legitimar la relación española con la Antigüedad nada mejor que acudir a fuentes de la Antigüedad: La huella de Hércules en España. Para ello se acude desde un principio a los textos medievales de Ximénez de Rada "El Toledano", quien en su De rebus Hispaniae apunta que Hércules, en cumplimiento de su décimo trabajo, llegó a costas gaditanas (entonces posesiones de os Tartessos) en busca del monstruo Geryon a quien debía robar el ganado. Estos escritos abrieron la veda para que durante el siglo XV se escribieran más interpretaciones de los textos mitológicos, como fue el caso de Nebrija en su Muestra de las Antigüedades de España (1499), y estos fueran rescatados en el XVI buscando, a través de la retórica de la imagen con que los representaban, una representación iconográfica nacional. El resultado de ellos es una amalgama de personajes y fundaciones de ciudades que configuran los límites estatales, que, empezando desde las Columnas de Hércules (Estrecho de Gibraltar), la puerta del Hades (relacionada con las orillas del Guadalquivir), el puente romano de Salamanca, el Acueducto de Segovia o la Torre de Hércules en La Coruña, atraviesan la península unificándola en la Historia. Junto a ello, nombres legendarios unidos a Hércules como Hispán (Hispania), Íspalo (Híspalis) o Liberia (Illiberis, luego Granada) que, según ciertas interpretaciones (tan libres y peregrinas en algunos casos) dan fe de la relación del Héroe con España, que podemos ver representada en medallas, monedas, pinturas e incluso relieves, como es el caso de la fachada de la Universidad de Salamanca, de la que por cierto, otra leyenda dice que el mismo Hércules guardó en un agujero las siete artes liberales y sobre ellas construyó el estudio salmantino, en cuyo patio colocó una estatua con una efigie propia donde los estudiantes acudían en busca de la inspiración...
Siempre hay algo de historia tras cada leyenda, pero mientras tanto, disfrutemos de la imaginación de nuestros antepasados.

4 comentarios:

Javier dijo...

Muy interesante!!

No os parece curioso que todavía se sigan apreciando como las mejores a esas historias que se escribieron (o recitaron) hace ya 2000 años?

velarde dijo...

las columnas de hercules representadas en nuestro escudo nacional, lamentablemente muchos que se apropian de la bandera gualda y amarilla no conocen este antiguo origen, que deshonra para Hercules!!

Fer dijo...

Yo creo que aunque Carlos V supiera que no descendía de Hércules, debería de encantarle pensar que había una probabilidad y que fueran los poetas los que le buscaran las genealogías, como a Julio César, cuya familia se tenía por descendiente de Venus.
Curiosamente, en la familia de mi madre hay una tradición que pone por antepasado nuestro a San Antonio de Padua. Y yo pienso, ¿por qué no?

Alicia dijo...

Puestos a buscar a los abuelos, habría que ser muy tonto para no buscárselos entre los mejores! jaja!
Muy buen post, muy interesante. ¡Qué bueno saber estas cosas tan curiosas!
¡Qué no hace un político para legitimarse!