Hace tiempo que quiero viajar a Grecia. Son incontables las razones, pero una de ellas es ver esta escultura:
Salta a la vista que la musculatura de torso y brazos es rígida, inerte y sin articular, algo por otra parte muy característico de todas las esculturas producidas dentro del que se define como "Estilo Severo" (480 - 450 a.C), primera época de la escultura "clásica" griega. En este aspecto, el Poseidón está lejos aún del buen hacer de Mirón, Policleto y muy especialmente Fidias, que empezaron a revolucionar el mundo de la escultura pocos años después.
Pero...
Pero...
- El hecho de que sea uno de los pocos bronces originales conservados de toda la escultura griega clásica (junto con el Auriga de Delfos).
- La gravedad, la intensidad del momento captado: con el tridente preparado y el objetivo marcado por la rigidez de la mano izquierda.
- El componente romántico que implica haber encontrado a Poseidón en el mar (cabo de Artemisión, 1928).
Estas tres características serían suficientes para admirar esta escultura... si no fuera porque nos dejamos la más importante: la Majestuosidad Olímpica que esta escultura exuda por sus broncíneos poros. La tranquilidad, la seguridad de saberse omnipotente, de que no va a fallar... y la elegancia que de ello se deriva.
Mirad a la cara a Poseidón. ¿Os podeis imaginar de otra manera al Dios de los Mares?
Mirad a la cara a Poseidón. ¿Os podeis imaginar de otra manera al Dios de los Mares?
2 comentarios:
Esta por desgracia aún no la he visto en vivo. Pero sí he visto los bronces de Riace y me faltó llorar...
Bien explicado todo, por cierto.
Si entre tus "razones incontables" para ir a Grecia esta ver también el "Auriga de Delfos" cuenta con Vearde para emprender una ruta minoica!!
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